Capítulo 15 - No existe triunfo sin tentación


Capítulo 15 - No existe triunfo sin tentación

 

¡Oh! - exclamó Glacier - Con que eso es La Tierra - sus ojos se perdían en el paisaje, aún a miles de kilómetros del planeta.

- Sí - respondió Glova poniéndose la vestimenta azulada que se había acostumbrado a usar - Es bonito el lugar. Tomaremos tierra en un minuto.

 

La nave aterrizó en la misma zona desértica donde dio muerte a Freezer y Cold. Orgullosos recuerdos le traían a la memoria.

 

- ¿Puedo hacerte una pregunta? - se dirigió el saiyan a su compañero.

- Adelante - respondió él cruzado de brazos, mientras miraba por la ventana al exterior y su cola se movía al son de un ritmo indeterminado.

- ¿Por qué Cold y su hijo tenían transformaciones? - preguntó mientras se acomodaba los guantes blancos.

- Pues no lo sé - contestó rápidamente, pero sin mirarle - Nunca vi antes nada parecido. Mi propia biología tiene mucho que enseñarme aún. De todas formas - concluyó - No parece servir de mucho. Limita y oculta el verdadero poder.

- Qué tontería - Glova pulsó un botón y la compuerta del vehículo se abrió lentamente hasta posarse en el suelo.

 

Cuando se apearon, ambos miraron hacia la misma dirección.

 

- Lo notaste, ¿verdad?

- Claro que sí - respondió el demonio blanquecino - Sentí su energía desde antes de entrar en el sistema solar.

- ¿Quién será?

- Ni idea, pero supera por mucho las expectativas que tenía de este planeta.

- ¿Será ese el poder del Super Saiyan? - susurró Glova.

- ¿Super? - rio Glacier - ¡Menudo poder! Te sobrepasa ampliamente.

- No digas tonterías. Cuando el super saiyan intentó ayudarme en el combate contra Cold, fue bastante inútil.

- Quizás también hayas subestimado el poder de tu raza.

- No lo creo - la cola del saiyan se agitaba feliz, como si pensara por sí misma, dándole confianza a su propietario.

- ¿Vamos hacia allá?

- No, vayamos por allí - contestó el saiyan apuntando otra dirección - Reconozco el Ki del super saiyan que intervino en mi combate hace años.

 

Volaron a gran velocidad y en pocos minutos localizaron una alta torre que tuvieron que sobrepasar para llegar hasta un terreno flotante justo encima de la misma. Glova sentía sus nervios agitados, algo extraño estaba pasando en el planeta. ¿Por qué allí se hallaban los pocos saiyans que existían? ¿Qué los había llevado a acoger a los namekianos? ¿Qué los relacionó con Freezer?

 

Sus pies pisaron el llano del semicírculo donde resplandecía el Palacio de Kamisama. Justo en frente estaba Piccolo, el namekiano, con los mismos ropajes con los que se presentó a Glova; y Trunks, el saiyan de pelo lacio que ahora caía por su cuello. Vestía un conjunto parecido al traje saiyano que Glova llevaba, sólo que el color era de un azul más claro y la armadura no llevaba hombreras. Detrás de la capa blanca del namekiano adulto había otra cría de su especie, de mucha menor altura, que se escondía con miedo.

Los rostros de los guerreros expresaban asombro y seriedad.

 

- Es lo que dedujimos - comentó Piccolo a Trunks - Es otro familiar de Freezer.

- Lo que nos faltaba - respondió el mestizo - No importa. A estas alturas no nos dará problemas – Pero entonces reconoció al saiyan que le acompañaba.

- Hola - se presentó Glova - No creo que me recordéis.

 

Goku y Gohan aparecieron en un instante entre las dos parejas. Ambos rubios y con ojos verdes, estaban en estado de super saiyan.

 

Glacier y Glova se miraron mutuamente, preguntándose de dónde habían venido.

 

- ¿Eres otro hermano de Freezer? - preguntó Goku seriamente, mientras miraba sin miedo al recién llegado.

- No - respondió Glacier, tajante.

 

El rostro de Goku cambió y su mirada pareció confusa - Ah... ¿Eres... su madre?

 

- Eh - intervino Piccolo - Tú eres el saiyan que salvó La Tierra de Cold y Freezer.

 

- Eso es. Querría presentarme de nuevo. Me llamo Glova y, a pesar de que él sea un demonio del frío, no tiene malvadas intenciones - "O eso quiero creer" - pensaba también.

- Yo me acuerdo de ti - dijo Gohan, sonriendo y dando un paso hacia él - Yo soy Son Gohan.

- ¡Son Gohan! - exclamó Glova con sorpresa al recordar al crío bajito de la última vez - Has crecido mucho y veo que también eres... un super saiyan... - cada vez que venía a La Tierra, descubría nueva información de interés - Así que los mestizos son capaces de usar esta nueva forma dorada - recapacitó en milisegundos.

- ¿Por qué habéis venido? - preguntó Trunks sin apartar la mirada de Glacier.

- Necesito el objeto divino de los namekianos - contestó Glova - Nuestras intenciones son buenas - Añadió cuando previó la desconfianza en los ojos de Trunks.

- ¿El objeto divino? - se preguntó Goku.

- Se refiere a las Bolas de Dragón - intervino Piccolo - Pero no podemos entregároslas, las vamos a necesitar.

- ¿No hay manera de que nos podáis ayudar? - insistió el saiyan recién llegado.

- Sólo podrán estar a disposición cuando les hayamos dado uso.

- ¿Cuándo será eso?

- Verás, Glova - empezó explicando Piccolo - La Tierra está en peligro. Miles de personas ya han muerto en manos del bioandroide que pone en riesgo al planeta.

 

Glova se sorprendió - ¿Alguien puede dar batalla a estos individuos tan poderosos? - pensó para sí - Esto es de locos. Quizás sea ese el Ki que siento a órbitas de distancia.

 

- Su nombre es Cell - siguió el namekiano - Dentro de siete días comenzará un torneo de artes marciales que él mismo ha bautizado como Los Juegos de Cell. Estamos entrenando para librarnos de su amenaza y tenemos la intención de utilizar las Bolas de Dragón para resucitar a todas las víctimas.

- Comprendo - respondió el saiyan, alegre por confirmar que podían resucitar no sólo a una, sino a muchas personas - ¿Si os ayudara a enfrentar a Cell, me dejaríais usar el objeto namekiano?

- Sin problema - dijo Gohan, sonriente.

- Esperad - instó Trunks - No podemos fiarnos de él - señaló con un leve gesto al gigante blanco.

- Confiad en él al igual que confiáis en mí. Si nos traiciona, yo mismo terminaré con su vida.

- Tranquilo, Trunks - añadió Goku - No te preocupes por él. No es como Freezer. Lo noto.

- Gracias - respondió Glova - A propósito ¿Puedo saber cómo un bioandoide puede equipararse a vosotros? Sois todos super saiyans. Parecéis dioses con estas pintas.

- Nuestra amenaza es una creación que posee todas nuestras células - explicó Piccolo - Las mías, las de Goku, las de Vegeta... e incluso las de Freezer y Cold.

 

El rostro de Glova lo decía todo: no tenía ni idea de qué diantres hablaba. ¿Células de tanta gente? ¿Un semi-ciborg? ¿Quién es capaz de construir un guerrero tan excesivamente poderoso?

 

- Durante muchos años nos han estado espiando con la finalidad de extraernos células sin percatarnos mediante nanorobots. Cuando Cold e hijo llegaron a La Tierra, también fueron objetivo para la obtención de células de seres poderosos para la creación del guerrero perfecto.

- Qué brutalidad. Espero ver hasta dónde puede llegar.

- Estás desfasado - se alzó la voz de Vegeta, apoyado en una columna del palacio - Te has quedado atrás - añadió.

- Tú eres Vegeta, si no me equivoco.

- Bien, chaval. Me recuerdas esta vez. Pero repito: aquí no pintas nada. Y nadie confía en ese tipo - dijo refiriéndose a Glacier, quien miraba fijamente al príncipe de los saiyans – No molestéis. Será lo mejor.

- Toda ayuda es bienvenida, Vegeta - argumentó Goku, mirando más a Glacier que al saiyan.

- La última vez que os vi... - continuó Glova - ...el super saiyan no llegaba a mi altura. ¿Piensas que puedes hacerme frente? Dudo que hayas obtenido tal nivel en unos pocos años.

- Es una larga historia - comentó Gohan.

- Te lo resumiré - intervino Trunks, suspirando - Todo comenzó hace tres años, precisamente el día que visitaste La Tierra por primera vez...

 

La narración duró largos minutos de explicación, incredulidad por parte de Glova e incomodidad por parte del viajero del tiempo. A medida que Trunks contaba la historia de su vida, otros guerreros Z llegaron a la Atalaya, preocupados por las nuevas presencias de Ki.

 

Krillin, Tenshinhan y Yamcha escucharon a Piccolo describir la situación de los recién llegados mientras éstos atendían anonadados la explicación del mestizo de pelo largo.

 

- Tengo que verlo con mis propios ojos - sonrió Glova a Goku.

- Hoy nos toca entrenar - respondió él - ¿Verdad, Gohan? Podríais venir y  practicar con nosotros.

- Me parece buena idea ¿Qué te parece, Glacier? - miró al gigante blanco, quien asintió con una leve sonrisa.

 

- Me gustará ver la cara de Cell cuando vea a los dos nuevos compañeros que tenemos entre nosotros - rio Yamcha.

- Cell habrá percibido sus Kis - añadió Tenshinhan - Probablemente ya sepa que están aquí.

- Bueno... pero seguro que le sorprenderán igualmente. No sabe lo poderosos que son. Además, tenemos a otro super saiyan en el equipo.

 

Glova se sintió incómodo. Él no era un super saiyan, pero era igual de fuerte que cualquiera de ellos, de eso estaba seguro.

 

- Acaban de decir que quieren entrenar. Creo que eso llamará su atención.

- Piccolo - Goku interrumpió la conversación - ¿Qué ocurre si entramos más de dos personas en la sala del espíritu y el tiempo?

 

El namekiano, algo divertido por la pregunta, sonrió - Pues que su función respecto al tiempo se vería inutilizada.

 

- ¡Genial! - exclamó - ¿Qué os parecería entrenar allí?

- ¿Para qué? - tuvo que preguntar Glova.

- Es un sitio ideal para luchar, créeme.

- Además - continuó Piccolo - Cell no percibirá vuestros niveles de combate si peleáis en otra dimensión.

 

Una sonrisa plasmó el rostro del saiyan de Gi naranja. Claro que el bioandroide no les percibiría, pero lo que realmente deseaba era un combate sin barreras contra el guerrero que derrotó a Freezer sin requerir el descubrimiento del super saiyan.

 

- Vamos allá, entonces - insistió Yamcha - A mí también me gustaría ver ese lugar.

 

Los allí presentes caminaron hasta la puerta que los llevaría a otra dimensión. Piccolo la abrió y pasaron uno a uno. A medida que todos entraban, iban notando el aumento de la gravedad y el cambio en el ambiente; estaba más cargado y respirar en él era más costoso.

 

- Vaya... - se sorprendió Krillin - Me siento muy agobiado de repente.

- Entrenar aquí debe ser duro - añadió Tenshinhan.

- Impresionante - susurró Glova al ver el área exterior del Palacio. Todo era blanco. La luminosidad del espacio existía en él mismo, sin haber sol, sin haber luna, sin haber estrellas que brillaran en el firmamento blanquecino, como un hueso barnizado que lo envolvía todo.

 

Glacier miraba el simple paisaje con cierta diversión, lo cual Glova consideró extraño - Y yo que pensaba que ya lo había visto todo - pensó.

 

Goku se alejó unos metros de la pomposa infraestructura que guardaba la única puerta de entada y salida. Cuando ya estaba a cierta distancia comenzó a estirar las piernas - Sorprendido ¿eh? Es perfecto para entrenar.

 

- Me gusta - tras pedir a Glacier que sostuviera su escudo, Glova se acercó a su oponente - Cuando quieras, comenzamos - le sonrió.

 

El luchador rubio se posicionó para luchar y todos los espectadores, incluido Vegeta, aunque no lo pareciera, se emocionaron por el comienzo del combate.

- ¿Él no... se transforma? - preguntó Yamcha.

 

Glova saltó hacia delante, impulsándose y dejando un surco de Ki a sus espaldas. Cuando fue a dar el primer derechazo, Goku lo esquivó fintando hacia un lado y golpeando a Glova con la rodilla en pleno vientre. El golpe no fue demasiado potente, pero había sido certero y dejó sin respiración a Glova por un segundo.

 

Cuando se recuperó, el super saiyan ya caía con un codazo, el cual esquivó por los pelos impulsándose hace atrás.

 

- No - contestó Trunks - No sabe transformarse en super saiyan.

 

- Esto es serio - pensó Glova. Entonces abrió una mano y de ella salieron despedidas cinco esferas de energía que le rodearon - Parece que nuestros niveles no están tan desiguales. Pero dudo que conozca el arte de combate de la energía corpórea.

Goku no ocultó su sorpresa - ¿Qué pretende? – pensó.

 

Glova volvió a atacar, pero el super saiyan bloqueó su patada con el brazo e intentó patear la cabeza de su oponente, pero Glova se agachó, evitando el golpe mientras barría las piernas de Goku mediante una patada baja giratoria. Este último aprovechó la levitación para no caer y pegar un gancho de izquierda en la mandíbula de Glova, quien salió volando por el golpe.

 

A su vez, una de las esferas de energía estalló en la espalda de Goku, que le empujó hacia delante, por donde otra esfera de Ki se le acercaba a una velocidad vertiginosa. Alzó raudo su mano y lanzó una onda de energía que chocó contra la de Glova, haciéndola estallar antes de acertar en el blanco.

 

Por su parte, Glova se acariciaba el mentón, como si se le fuera a caer en cualquier momento. Todo daba vueltas a su alrededor, pero volvió a levantarse.

 

- Parece que es más rápido y fuerte que yo – meditó realmente confuso – Pero quizás tenga una oportunidad si peleo con concentración.

 

Esta vez fue Goku quien atacó de forma frenética, golpeando a Glova mientras éste intentaba esquivar los golpes. Aun así, la manera de pelear del super saiyan era bastante inteligente, sus movimientos eran oportunos y certeros, lo cual hacía de su técnica una ofensiva difícil de predecir.

 

Las tres esferas restantes fueron directas a las espaldas de Goku, pero éste pegó un salto y las bolas energéticas siguieron su recorrido, cambiando de dirección a centímetros de distancia de su controlador.

 

- Uf... - suspiró Glova - Por fin un respiro - pensó - Es muy bueno. Aún no le he tocado...

 

Goku se paró en seco en el aire y puso una mano abierta entre la esfera que le perseguía y él, pero la bola de Ki evitó el bloqueo moviéndose hacia su rostro, estallando en la cara del super saiyan, seguido de la esfera restante.

 

Glova sonrió y luego observó. La cara de su rival no estaba magullada. Al contrario, le miraba, desafiando la sonrisa que se le borraba al cabo de los segundos.

 

- ¡Qué resistente! - susurró el saiyan.

- ¿Nos dejamos de calentamientos?

- Me está tomando el pelo - pensó Glova, molesto - Tú lo has querido - Sus manos empezaron a lanzar más y más esferas de energía que perseguían a Goku allá por donde intentaba zafarse de ellas. Poco a poco, el super saiyan tenía menos espacio para escapar; las bolas de energía estaban siendo muy rápidas y se pegaban unas a otras, formando varios mantos de esferas que, en pocos segundos, rodearon al saiyan. Estaba sin escapatoria dentro de una circunferencia creada por esferas de Ki. Entre ellas había un hueco más grande de lo normal por donde no cabía ninguna persona adulta y desde donde se podía ver la posición de Glova, quien ahora alzaba sus puños a la diana.

 

- ¡Oreia Kaiol! - gritó.

 

De sus nudillos escapó una potente ráfaga de energía cerúlea que atravesaba el aire directo al hueco de la esfera que había atrapado a Goku.

 

- ¡Vaya! - susurró Piccolo.

 

La ráfaga de Ki entró por el hueco, colisionando con su interior y haciendo explosión, motivando al círculo de energía a estallar a su vez.

 

- ¡Boom! ¡Baam! - las explosiones en el cielo blanco tintaban el entorno de un color amarillo azulado.

 

- Veremos cómo has aguantado eso - murmuró Glova mirando al cielo.

 

Pero su objetivo no estaba allí. Goku se encontraba justo delante y su puño se elevó desde el suelo hasta el estómago del oponente.

 

- ¡Pam! - la cara del saiyan expresaba la sorpresa y el dolor que sentía.

 

Glova cayó al suelo de rodillas, con las manos en el vientre, intentando respirar.

 

- Eres un gran luchador - le felicitó Goku mientras posaba una mano a su espalda - Está más o menos a tu nivel ¿Verdad, Piccolo? - alzó su voz dirigida a sus compañeros.

 

Piccolo, sorprendido, no respondió - ¿Esta es la diferencia que nos separa, Goku? - pensó para sí - Es abrumadora.

 

- Y... ¿Cómo es tan fuerte sin ser... un super saiyan? - preguntó Tenshinhan.

- Nadie lo sabe - respondió Piccolo sin apartar la mirada de los luchadores.

 

- ¡Coff! - Glova se levantó lo más rápidamente que pudo sin parecer derrotado.

- No entiendo - pensó él - cómo alguien puede amenazar a estos guerreros. Glacier tenía razón, el Super saiyan me ha superado.

 

- Tu turno, hm... Glacier - se dirigió Goku al demonio del frío.

- No voy a combatir con nadie - dijo él con voz suficientemente potente como para que se enteraran los demás espectadores de su alrededor, pero insuficiente para que Goku lo oyera.

 

- ¡Tsk! - masculló Vegeta - Ya ha visto que no está a nuestra altura.

 

- Lo has hecho bien - comentaba Goku a Glova mientras volvían con los demás - Tu forma de pelear es bastante creativa.

- ¿Cómo hiciste eso?

 

Goku miró al saiyan, era casi de su altura. Por un momento, no supo a qué se refería - Ah... Hablas de la Transmisión instantánea.

 

- ¿Transmisión instantánea? - repitió Glova - ¿Te teletransportas?

- Sí - sonrió el super saiyan - Lo aprendí en un planeta lejano.

- Sorprendente... - susurró el saiyan.

 

- No sabes qué decir - le habló Glacier telepáticamente - De un día para otro has dejado de ser el guerrero más poderoso de este mundo para estar varios puestos por debajo.

- ¡Bah! - respondió Glova mentalmente, dedicándole una mirada molesta - Cállate.

 


3 comentarios:

  1. ¡Y así finalizamos el arco de esta segunda temporada! De nuevo en La Tierra.

    ¿Servirá de algo Glova en este genuino escenario? Espero que os haya gustado el cierre que, en verdad, abre una situación completamente nueva para nuestro protagonista.

    Quizás, aún no estoy muy seguro, la semana que viene no pueda subir el primer capítulo de la 3ª temporada. Tengo algunos dibujos que hacer y no sé cuánto tiempo me llevará.

    ¡Un abrazo a todos los que devoran DBRedemption! Cualquier duda, déjala en los comentarios :D

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  2. Felicidades por tu historia! me encanta como llevas las cosas, y ahora sabemos que Glova esta al nivel de picollo fusionado con kami o un a17, veremos como se desarrolla, esta historia. Una duda, goku estuvo jugando todo el enfrentamiento? o ese ataque final de Glova podria haberle echo daño?

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    1. Me alegra que te esté gustando :)

      Digamos que Goku no iba en serio. La diferencia entre él y Piccolo, con quien es comparado Glova, es muy grande. Recordemos que Piccolo ni si quiera pudo con un Cell jr. y Goku plantaba cara a Cell en 1 vs 1.

      El ataque final demuestra que la técnica de Glova (la energía corpórea. Esto de usar las esferas de energía de forma teledirigida) puede pillar por sorpresa a quien se descuide, porque no es muy común y porque nuestro protagonista está bien entrenado por Khän.

      ¿Podría haberle hecho daño? Un poco, quizás. Pero nada grave. La diferencia de poderes es demasiado alta. ¿Hubiera encajado el ataque de no ser por la transmisión instantánea?: sí.

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